Cuando la afición deja de ser afición

Esto del coleccionismo de figuras de acción, juguetes o muñecos, da igual como lo queramos llamar es un hobbye algo especial o mejor dicho no deja de ser como otra afición en la que a veces te conviertes en una persona con un síndrome compulsivo. A veces ocurre que necesitas mas, mas cantidad, mas calidad y cuando lo consigues te deprimes por sabes que no merecía la pena. ¿Qué quiero decir con esto?
Bien yo como coleccionista, me controlo bastante y con todo no dejo de ser eso un coleccionista si veo una oportunidad la aprovecho, hay muchos que lo hacen dedican algo de su tiempo y dinero a una afición, comparten con los compañeros de afición con mas o menos suerte.

Lo malo de esta afición es cuando resulta que te gastas cantidades ingentes de dinero en una afición que al fin y al cabo no es más que acumular plástico. Hay miles de casos que se podrían contar. Hace tiempo mientras hablaba con un vendedor en un mercadillo especializado, el me insitita en que le comprara una figura de 30cm, yo le decía que estaba muy bien de precio pero que ya había gastado mi presupuesto, mi presupuesto eran 14€. El vendedor me contó que lo peor de esta afición es no poder controlarse, me contó una historia que no se si es verdad o mentira, el me dijo que manchas de las figuras que vendía allí eran de un mismo coleccionista, que ese tipo tenia un buen trabajo, estaba casado y le gustaba coleccionar, iba por su tienda de vez en cuando a comprarle, después paso a comprar de todo por internet, incluso en el extranjero, cuenta que si le preguntaba por una pieza y ya la había vendido a otro se enfadaba mucho, hasta que un día tuvo que echarlo de la tienda por que vino a comprar pero no tenia dinero, estaba mirando y el vendedor vio como se introducía una en el bolsillo, cuando se lo recrimino este dijo que se habría caído allí, lo tuvo que echar de la tienda.
Unos meses después le vendió toda su colección, resulto que su mujer se divorcio de el, casi pierde el trabajo debido a su obsesión por coleccionar a cualquier precio, se encontró en la calle, con unas deudas grandes y sin dinero.

Me pregunto hasta que punto estamos dispuestos a llegar a esta afición, engañar, mentir, especular para poder adquirir otra pieza más que poner en una estantería o acumular en una caja.

Lo que tengo claro es que todo lo que engloba una afición ya sea, aviones de radio control, slot, figuras de acción, chapas de champán, etc. Esta sujeta a la corrupción del ser humano. Si reúnes un grupo, creas tu elite. Si compras a un usurero especulador quieres ser como él, para recuperar el dinero que pagaste por algo que en realidad no lo vale. Se crean concursos para decidir quien es el mejor, pero tu solo votas a los que crees te beneficiaran en un futuro o a los que tienes una deuda con ellos. Se ha llegado a ponerse de acuerdo un grupo para intentar que ganara alguien un concurso con sus votos  únicamente para demostrar que podían hacerlo.

Después están las envidias. La gente te destapa un negocio y te enfadas de tal manera que gastas dinero solo para vengarte, creas una red solo para desprestigiar, incluso se puede llegar a los tribunales, todo es lícito para satisfacer las ansias.

Después están los que crean su propio universo, cada uno es libre de hacer lo que quiera con su tiempo y dinero pero lo que es de enfermos es crear su propio universo a base de gastar ingentes cantidades de dinero para atraer adeptos a su causa, no importa el dinero si consigues un grupo de adeptos que siempre te sigan.

Incisito en que uno de los deportes con más seguidores en esta afición es reventar negocios a otros. La gente busca desesperadamente un artículo, original, reproducción, parecido, aproximado al cual les puedan sacar partido de cara a los demás aficionados.

Los mercenarios que se dedican a mantener un estatus dentro de un grupo a toda costa para poder destacar de cualquier manera, aun a costa de la verdad. La verdad nunca fue un obstáculo para esta afición cada uno tenemos la nuestra.
El mercenario sin ningún tipo de escrúpulos asalta la casa de los que se creen compañeros de afición y le sonsacan todo tipo de cosas, sin pensar más que en su propio beneficio.

Querido aficionado que lees estas líneas, si de repente te ves entrando en un portal de subastas en la madrugada con el objetivo de pujar por algo cuando queden 30 segundos para la finalización de la subasta, es hora de tomarte un descanso, de pensar mejor las cosas y sobre todo pensar como te sientes mejor, si pagando 300 € por un muñeco o compartiendo tu afición con otros.

No me gustaría acabar este artículo de esta manera, sin esperanza, haciendo creer al lector que todo en las aficiones es corrupción, envidia y especulación.  
En toda afición siempre existe un grupo que desinteresadamente se dedican a compartir su afición. Son los que crean tutoriales para reparar, crear, modificar. Son los que intercambian piezas hoy por ti, mañana por mí. Los que dan consejo. Los que si te venden uno te regalan otro, sin importar el precio, solo por un agradecimiento a cambio. Los que se prestan a las compras conjuntas y encima aguantan las quejas. En fin un montón de buena gente que hacen que una afición merezca la pena. A todos ellos gracias por ser así.

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